De los escritos de Santa Faustina habla el señor: "Las gracias de Mi misericordia se toman con un solo recipiente y este es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Las almas que confían sin límites son Mi gran consuelo y sobre ellas derramo todos los tesoros de Mis gracias. Me alegro de que pidan mucho porque Mi deseo es dar mucho, muchísimo. El alma que confía en Mi misericordia es la más feliz, porque Yo mismo tengo cuidado de ella. Ningún alma que ha invocado Mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión. Me complazco particularmente en el alma que confía en Mi bondad" (Diario, 1273, 1777)
Un alto Grado de Amor el tesoro mas Grande
Santa Teresa de Jesús: "El amor de Dios se adquiere resolviéndonos a trabajar y a sufrir por Él".
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San Josemaría Escrivá: “Si no eres mortificado nunca serás alma de oración”. Camino n. 172.
San Francisco de Sales: "El corazón lleno de amor ama los mandamientos, y cuanto más difíciles son, los encuentra más dulces y agradables, porque complacen más el Amado y le dan más honor."
Salmo 19
8 La ley de Yahveh es perfecta,
consolación del alma,
el dictamen de Yahveh, veraz,
sabiduría del sencillo.
9 Los preceptos de Yahveh son rectos
gozo del corazón;
claro el mandamiento de Yahveh,
luz de los ojos.
10 El temor de Yahveh es puro,
por siempre estable;
verdad los juicios de Yahveh,
justos todos ellos,
11 apetecibles más que el oro,
más que el oro más fino;
sus palabras más dulces que la miel,
mas que el jugo de panales.
12 Por eso tu servidor se empapa en ellos,
gran ganacia es guardarlos,
13 Pero ¿quién se dá cuenta de sus yerros?
De las faltas ocultas límpiame.
14 Guarda también a tu siervo del orgullo,
no tenga dominio sobre mí.
Entonces seré irreprochable,
de delito grave exento.
15 ¡Sean gratas las palabras de mi boca,
y el susurro de mi corazón,
sin tregua ante ti, Yahveh,
roca mía, mi redentor.
Santa Gema Galgani: "Jesús, Dueño mío... Cuando mi cabeza se acerque a la tuya, hazme sentir el dolor de las espinas que te punzaron. Cuando mi pecho se recline sobre el tuyo, haz que yo sienta la lanzada que te traspasó”.
San Luis María Griñón de Monfort: "En efecto, toda la perfección cristiana consiste:
1. En querer ser santo: "El que quiera venirse conmigo".
2. En abnegarse: "que reniegue de sí mismo".
3. En padecer: "que cargue con su cruz".
4. En obrar: "y me siga" (Amigos de la Cruz)
http://www.ewtn.com/v/experts/showmessage_print.asp?number=640481&language=sp
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